INTRODUCCIÓN



Intentaba crear la escena.


La niña pateaba invisibles charcos de agua negándose a dar la mano…


Porque todo empieza en esa niña absurda, empeñada en crear paraísos artificiales de belleza en mundos de desgarradora realidad. 

Me niego a aceptarlo ! 

La historia lleva años escrita, los protagonistas son un guerrero, un gato, un laberinto y un espejo. 

A pesar de ello se que en esta niña estúpida empieza todo, es el personaje en torno al cual debo crear la historia, pero se niega a darme la mano.


La oscuridad va aumentando a mi alrededor, llega sigilosa, descubriéndose casi por sorpresa, de nuevo las horas nacidas en torno al imposible aprendizaje de hilvanar palabras, creando magia, arte, belleza, historias ...

Sera por ser en la oscuridad donde el protagonista deberá encontrar la salida del maldito laberinto ??

La manida historia del hilo de Ariadna, sin Ariadna, ni hilo, ni Minotauro, ni Teseo, solo un estúpido ente errante metiéndose en problemas como hago yo al no eliminar a esta niña horripilante de mi historia.


Yo  que puedo sentir mi alma desgarrarse ante palabras ajenas, me siento incapaz de unir palabras en torno a un personaje, crear la historia desde un punto, un narrador constante que no divague entre distintos egos, ni se pierda en oscuridades recónditas en las que no se debe entrar nunca…

O casi nunca…

Las tinieblas parecen golpear mi hombro, aunque realmente golpean la visibilidad de mis ojos sobre el teclado, por mas que me engañe a mi misma no puedo ver  las teclas para escribir, a pesar de lo incorrecto no uso todos los dedos, ni tengo la pupila en el escrito, miro las letras que voy marcando a tres o cuatro dedos, a veces incluso cinco. Mis clases de mecanografía son un vago recuerdo reducido a qwert.

Hay que levantarse, encender la luz, iluminar algo más, el súbito resplandor inicialmente me ciega.

No es mi historia, ni siquiera se de donde ha salido esta niña, solo vino a pedirme ayuda e insiste en ser protagonista , pero se niega a darme la mano, ni dirigirme la palabra mientras va caminando salpicando falsos charcos de lluvia. 


Al encender la luz observo mi propia historia, no se exactamente quien soy, también se generan múltiples personajes en la historia de la existencia, concreto donde estoy aquí y ahora, con edad suficiente para no tener ninguna duda de que nada tendré que ver con mi próximo instante. 

No no hay angelitos con alas, ni divinidades buenistas y perfectas, solo un monocorde sonido de música electrónica martillea, convivencia, sonidos que siendo agradables para otros se sorprenden con espanto en tus oídos.

Los giros de una lavadora que debería haber acabado, urge la ropa, urge, la historia, urge …

No surge nada más que lo que quiera urgir. 


La maldita niña necesitará un lugar para crear su historia, quizás lo primero que necesite sea charcos para dejar de patear al aire.


Se ha sorprendido ¡¡

Por fin ¡

Se ha detenido mirando al vacío fijamente, será consciente de mi ? 

Quizás sea yo su historia y me he rebelado a la crueldad de su posada indiferencia ?

Los niños no callan, debería controlar su fogosidad, debería evitar que se enganchara tanto a juegos tecnológicos, debería…. 

Pero observó a la niña allí con la mirada fija en el vacío, su zapato mojado sin agua, una gota emite un brillo especial, diamantino, el charco a sus pies refleja un lugar antes inimaginable, un roble inmenso, un hada ??? ¡¡¡ 

Veamos.

Que hace un hada en esta historia ?? !! 

Además, estoy convencida de que las hadas no son así, entonces porque doy por supuesto que la niña piensa que es una hada.

Esto es absurdo, como son las hadas ?


La niña piensa ?? ¡¡¡


Voy a tender esta urgente lavadora ¡¡¡

En los cursos de técnicas de escritura no explicaban nada de niñas que pensaban, me hablaron de recursos propios, nunca de ajenos pensamientos en personajes no invitados a la escena apoderándose de historias ajenas. 

No me he documentado, aprendido, tomado notas, clasificado, para que de repente cuando tomó la decisión de hilvanar palabras, aparezca una niña estúpida que pretende robarme la historia, ser protagonista e incluso pensar ¡¡¡

Me preocupa cómo puede acabar esto, la escena no me desagrada, la visión de la niña seria perfecta para situar un laberinto, quizás en exceso Campanilla, etéreos mundos donde la ausencia del mal convierten al bien en algo absurdo, inútil y empalagoso.

El problema real estriba en no quedarse en Peter pan.

Intentemos recuperar el bastón de mando, la niña piensa, yo ordeno.


Quizás demasiado rotundo, si aparece una niña estúpida que piensa, mostraría mayor inteligencia si atendiera estos pensamientos, que visto está no son los míos.

Ahora la cena.

Podría pasar de todo y dejar a la niña montando su historia mientras yo me encargo de seguir coexistiendo en esta maravillosa y fantástica vida de interacciones egóticas o egoístas, puesto que la palabra egótico provoca tanto paroxismo.

Yo considero que ha sido la palabra el arma mas poderosa jamás utilizada.


Llevo años escribiendo y amontonando estos borradores, es inimaginable lo muchísimo que he llegado a documentarme para realizar un día la aventura de intentar poner en palabras los recovecos del laberinto.

Sin vencer al Minotauro, sin hilos, un laberinto, con un gato, un espejo y un apolíneo guerrero como protagonistas, el personaje que debe vencer al ego y conseguir trascender.

Yo también levito por el laberinto, a veces en forma de narrador, a veces musa, a veces solo formo parte de emociones nacidas como pista sutil en el camino.


Pero aparece esta niña que ya no duda en mostrar una sonrisa, que soy incapaz de calificar todavía, sus ojos son terriblemente hermosos, toma mi mano.


La puerta del patio me ha devuelto a ….

Donde quiere llevarme esta niña ? 

Creo que debería preocuparme, el patio otra vez, aquí nunca se consigue estar sola, afortunadamente quizás, donde esta la niña cuando no la escribo ? 

Me aterroriza pensar dónde podría estar yo cuando no me creo.

Quizas sea así que deba escribir la historia, desconociendo, yendo de la mano con ella mientras ambas nos asustamos, sorprendemos, aterrorizamos...


Necesito agua, algo dulce, cambiar el fondo musical por opciones que los demás no entenderán que me parezcan agradables, hacer algún cambio en el mundo.

Amar muchísimo, mirar la luna para recibir abrazos, bailar un tango con sus rayos, enseñarle el culo, hacerte el Amor, entregarlo todo, convertirme en nada, Ser para Estar.

Pasear con esta niña estúpida de la mano escuchando su historia, quizás en algún recodo del laberinto exista un hada hermosa, un roble mágico o bien el niño confíe en ella este secreto que a mi nunca quiso revelarme.


Dejaré que la niña hilvane mi historia, quizás sea esto lo que faltaba para encontrar la correcta salida del maldito laberinto.

¿Salta los charcos sin agua que hay en el laberinto?

De alguna forma necesita inventarse el agua para hacer fluir las emociones, somos agua, somos emociones, somos el hilo, somos también el guerrero y formamos parte del secreto del niño.

Ahora sí lo pienso. ¿Cómo puede ser horripilante alguien que salta charcos imaginarios en la oscuridad del laberinto?

Como hacían los ancestros, los indios sentados en mitad de la tierra seca, sienten la lluvia y llueve. Así llamando al agua y el agua viene. 

Para cualquiera podría ser así, una niña horripilante, mas esos no tienen la otra punta del hilo,

Qué más da ? en algún laberinto la encontrarán.

Para cualquiera podría haber incoherencias, pero no para alguien que sabe cómo están conformados los laberintos, no para alguien que sabe que las emociones necesitan agua, no para alguien que ya salió de mil laberintos.


Platón diría que venimos con el conocimiento de lo que es un laberinto ¿no?

Pero entonces, tendremos que meternos en un laberinto para experimentar qué se siente dentro de él… una vez más

¿Somos tan osados y valientes de meternos dentro sabiendo las batallas que hemos de librar?

¿O somos tan leales con la lista de nuestros interminables deberes cuando aún no somos materia, que nos metemos igualmente en él? Esto de venir sin memoria es una auténtica putada.

Lo mismo no aprendimos la salida en el anterior laberinto porque no prestamos atención a las mouras de los robles, a las hadas o a las criaturas que habitan el cerco;

Lo mismo no hay ningún laberinto y hay que explicárselo a la niña saltando charcos a su lado sin importar lo que piensen los demás. Creo que muchos ni saben que están en un laberinto y puede que otros, aún sabiéndolo, prefieran seguir en él sin ver a la niña, sin observar lo que hace, sin verter agua, sin ser cauce, sin averiguar los nudos que tiene un roble, sin ver cómo se peina su larga cabellera la moura…


Egos enfrentados en un laberinto perpetuo ? 

Aparecen párrafos que destilan aroma de símbolos arcanos, oros simbólicos, bellezas oníricas que atraviesan la noche de los tiempos en mil tiempos.


El agua traza sendas que marcan los caminos del hombre más humano. 

Aquel que unido a la tierra precisa calmar su hambre y su sed. 

El agua sale de dentro hacia afuera, llega de arriba abajo.

Es un constante huir hacia el Sol como el propio Icaro en su vuelo lejos del laberinto.

Sabiendo que la única salida es no entrar.

Cuando la luz atraviesa la oscuridad, cuando el infierno se halla en la antesala del cielo, no existe huida, ni hilo, ni regreso 











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